El cliente con el que cualquier freelance quiere trabajar

¿Existe el cliente ideal? Cuando empecé a trabajar desde casa, el cliente perfecto era cualquiera que confiara en mí para desarrollar su proyecto; sin embargo, con el tiempo fui descubriendo que el cliente con el que cualquier freelance quiere trabajar no es fácil de encontrar.

Ahora mismo tengo una interesante cartera de clientes. No tengo muchas quejas y, en general, considero que tengo muy buenos clientes. De hecho, con muchos llevo trabajando varios años, lo que muestra que me encuentro cómoda colaborando con ellos (e imagino que ellos tampoco tienen muchas quejas sobre mí).

Sin embargo, por el camino del trabajo freelance en varias ocasiones he tenido que tomar la difícil decisión de abandonar proyectos o clientes por diferentes motivos. No, el tema económico no siempre ha sido el principal. Como profesionales que somos tenemos un perfil y una marca que proteger, y hay veces en las que un proyecto o la relación con un cliente perjudica más que favorece.

No solo hablo de pequeños clientes, también las grandes empresas pueden ser muy dañinas. Puede parecer que hablo de ello con mucha tranquilidad, y hasta con ligereza, pero si hay algo que he aprendido en estos años es que dejar de trabajar con empresas y clientes no es una decisión fácil, e incluso considero que, en ocasiones, la he pospuesto más de lo necesario.

Así es el cliente con el que cualquier freelance quiere trabajar

freelance quiere trabajar

Pero esto es algo que pertenece al pasado. Y como en muchas ocasiones he hablado de malos clientes y de malas prácticas de las empresas en relación con los freelance, es hora de ser justa y mostrar un perfil más amable del cliente del trabajador por cuenta propia, de ese cliente con el que cualquier freelance quiere trabajar.

¿Qué características definen al cliente ideal con el que cualquier freelance quiere trabajar? Creo que hay varias; en concreto, para mí estas siete:

1. Realista sobre la magnitud de sus proyectos

Hay proyectos que son grandes, proyectos que son pequeños, proyectos en los que hay que ser muy minuciosos y otros que se pueden realizar de forma más cómoda. Algunos necesitan de muchas horas y otros, aunque parezcan similares, requieren de menos. Es difícil encontrar dos proyectos iguales, aun cuando el cliente sea el mismo.

Por ello, cuando un cliente envía un proyecto y solicita presupuesto, al enviar tiempo y presupuesto, lo ideal sería no recibir respuestas como:

¡Pero si en realidad se hace muy rápido!

Es muy caro para el poco tiempo que te va a llevar

– En realidad “solo” hay que revisarlo y hacer las correcciones oportunas.

¡Pues no! Los proyectos llevan tiempo y cuantas más cosas haya que hacer, más tiempo llevarán. Si “solo” hay que hacer, llevarán X horas, pero si hay que revisar y luego corregir, llevarán el doble, o más.  De ahí que el cliente con el que un freelance quiere trabajar es aquel que entiende que el desarrollo de su proyecto llevará tiempo, sobre todo, si es extenso o si la lista de requisitos y exigencias es amplia.

2. Que envía de la documentación necesaria a tiempo

Para valorar y tener una visión global de la magnitud del proyecto y de su desarrollo, lo ideal es tener tanta información como sea posible. Aquí se puede hablar sobre confidencialidad, sobre que las empresas no se fían del todo del freelance y demás; así que ya sé que no van a compartir conmigo más que lo que sea imprescindible para la ejecución del proyecto.

Pero lo menos que se puede esperar es que todos los requisitos, toda la información imprescindible y todos los “a tener en cuenta” se envíen en el momento en el que se solicita presupuesto. Y sobre todo, es mucho mejor dejar claro desde el principio si hay que trabajar teniendo en cuenta determinadas condiciones, con un enfoque concreto, sobre una idea basada en algo innovador…

3. Paciente esperando respuestas, rápido resolviendo dudas

Hay una verdad universal sobre el mundo freelance y es que el cliente quiere que cualquier pregunta o aclaración le sea respondida en poco tiempo; sin embargo, cuando el freelance tiene una pregunta (y lo más seguro es que esté directamente relacionada con el desarrollo del proyecto), tendrá que esperar para recibir respuesta, con el consiguiente retraso de ejecución que ello supone.

Yo no digo que los clientes tengan que tener la misma disponibilidad que el freelance, entiendo que si han confiado en un trabajador externo es, precisamente, para reducir carga o preocupaciones al respecto, pero sí que se agradece cuando los clientes son conscientes de que no siempre podemos dar una respuesta inmediata, especialmente si estamos fuera de nuestro horario de trabajo.

Y sobre este punto tengo que incluir que también es de ser un buen cliente, enviar una confirmación de recepción de proyecto una vez que este se ha enviado, ni siquiera tiene que mostrarse conformidad, para eso tendrán que revisar y valorar y soy consciente de que lleva tiempo, pero un “recibido” no cuesta más que unos segundos. Y a nosotros nos quita la preocupación de preguntarnos si habrá llegado, se habrá perdido por la web… o entre una pila de emails sin abrir, que es lo más normal.

4. Que entiende que no es nuestro único cliente

Para mí cada cliente es único, pero eso no quiere decir que tenga un único cliente. Intento dar siempre un servicio y una atención personalizados, tendiendo en cuenta el perfil del cliente y sus necesidades, pero eso no quiere decir que, por atender a un cliente vaya a descuidar los proyectos a los que me haya comprometido con anterioridad.

Siempre hay clientes con los que se puede negociar un retraso en el plazo de entrega, pero usar con mucha frecuencia esta ventaja puede perjudicar la imagen profesional, e incluso hacer que se pierda un buen cliente.

El cliente con el que cualquier freelance quiere trabajar es aquel que tiene en cuenta que trabajar por cuenta propia es depender de varios clientes.

5. Consciente del significado de la palabra “urgente”

Lo voy a decir alto y claro:

EN EL MUNDO FREELANCE SE ABUSA DE LOS EMAILS DE “PRIORIDAD ALTA”

También se abusa de urgente, prioritario y de otras fórmulas que indican que el trabajo hay que realizarlo a la mayor brevedad. Que sí, que hay proyectos que son urgentes o muy urgentes, de hecho yo desarrollo varios a lo largo del mes, y algunos de ellos a costa de quedarme sin fin de semana porque, en mi sector y mi trabajo, tienen que estar listos el lunes a primera hora.

Pero de ahí a creer que por añadir un “urgente” a cualquier proyecto este lo sea realmente o por añadir un “prioritario” se cree una falsa imagen de que el proyecto es muy importante hay un largo trecho.

Y aquí añadiré que, cuando un cliente quiere un proyecto entregado en una fecha concreta, lo ideal es que diga:

¿Lo puedes tener para el día X?

Eso es lo que hace el cliente perfecto, poner la fecha en la que lo necesita.  Aunque lo habitual es recibir algo tipo:

Te envío este proyecto. Dime precio y plazo de entrega.

Y cuando se responde con un precio y un plazo de entrega calculado basado en el tiempo de realización y en otros compromisos precios, el cliente responde solicitando que se entregue en una fecha anterior, de varios días a ser posible y, con un poco de suerte, incluso añaden un:

¿Y por qué tanto tiempo si “solo” hay que….?

Cuando lo necesitan, o realmente no lo necesitan, pero se les antoja, tenerlo para una fecha concreta, es mejor que lo digan desde el principio. Así no se pierde tiempo, ni suyo ni mío.

6. Respetuosos con los horarios de atención

Todos tenemos asimilado que, cuando llamamos a una empresa, el horario de atención es el que es. Por mucho que nos empeñemos en llamar a las 12 de la noche y en exigir atención a esa hora, sabemos que no hay nadie para responder y que tendremos que esperar hasta que haya alguien.

Vale, los freelancers tenemos más flexibilidad, pero eso no quiere decir que tengamos que estar disponibles 7/24 (y mucho menos en las condiciones indicadas en el punto 3).

Pues sí, sí estoy en mi casa y un cliente contacta fuera del horario, intentaré atenderle, sobre todo si su solicitud es urgente, pero es que el cliente ideal del freelance es aquel que no contacta fuera el horario habitual a no ser que sea una auténtica urgencia. Y pocas veces lo son realmente.

7. Rápido con los pagos

No se puede elaborar una lista del cliente perfecto con el que trabajar sin incluir el tema económico. Porque sí, los freelancers trabajamos por amor a nuestra profesión, pero también para pagar las facturas.

Cuando he desarrollado un proyecto, lo he entregado en el plazo, he hecho las modificaciones oportunas (incluso aquellas que se sacaron de la manga) y el cliente está satisfecho con el resultado. ¿Qué menos que ver el dinero en cuenta también en el plazo acordado? El cliente ideal es aquel que al recibirlo y confirmar que todo está correcto, dice esa bonita frase de:

Mándanos la factura, que en cuanto la tengamos te la abonamos.

¡Y que además lo cumplen!

¿Existe en cliente ideal del freelance?

Quizás el que he descrito sea un poco idílico más que ideal, aunque de vez en cuando se encuentran algunos que cumplen varios de estos requisitos y que, los que no cumplen, los suplen con otras cualidades. Al menos, esa es mi experiencia.

Y vosotros: ¿Añadiríais alguna otra condición? ¿Habéis encontrado muchos clientes que cumplen con las siete condiciones? ¿Tenéis alguna anécdota sobre buenos clientes, o no tan buenos?

10 comentarios

  1. Hola María

    En copywriting, lo primero que se hace es describir con todo detalle tu cliente ideal. Supongo que conoces el ‘mapa de empatía’.

    A partir de ahí, montas el resto de tus estrategias. Al principio, tienes que coger clientes de todo tipo porque tienes la sensación de que si no lo haces, no llegarás a fin de mes en algunas ocasiones.

    Pero, con la experiencia que tienes ya, creo que te puedes dar el lujo de seleccionar.

    De no hacerlo así, los clientes que coges por si acaso te acaban quitando el tiempo necesario para atender a los clientes que se acercan más a tu cliente ideal.

    Un abrazo

    • Hola #Jerby:

      Gracias por tu aportación. Precisamente esta semana recibí una consulta y los consejos que di iban en la línea de los que indicas. Hay que tener claros los objetivos y cual seria el trabajo/cliente ideal, pero también hay que aceptar que no es fácil llegas hasta él. La experiencia y tener un portfolio son importantes, pero también lo es aprender a negociar y a gestionar una cartera de pequeños clientes, para saber cómo tratar con clientes mas importantes.

      Un saludo

    • Y desde luego, confirmo que, llega un momento en el que hay que aprender a seleccionar y priorizar clientes según los objetivos iniciales lo que, por cierto, no siempre es tan fácil como parece por el “miedo” a perder esa sensación de estabilidad, pero ahí es cuando se reconoce al verdadero empresario 😉

  2. ¿Pero ese ser existe o forma parte de la mitología?
    Quizá con un poco más de empatía por parte de todos, los negocios y el mundo en general irían mejor.
    Besicos

    • Cuenta la leyenda que una vez un freelance encontró uno al final del arcoiris, o algo así…

      Creo que el problema es ese: la empatía, o mejor dicho, la falta de ella. Cada vez hay menos y, en concreto, en el teletrabajo se hace muy fácil olvidar que detrás del trabajador (por cuenta propia o ajena) también hay una persona. Muchas veces me siento un poco robot: me “enchufan” cuando necesitan un proyecto y, quieren que trabaje ininterrumpidamente hasta terminarlo.

      Saludos

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