Para crecer y aumentar la facturación, una empresa debe asumir riesgos. Los riesgos son parte de la vida de un negocio y una necesidad no solo para ganar más dinero, sino también para mantenerse en el entorno empresarial, donde el aumento de la competencia, obliga a modificar estrategias y a hacer inversiones que respondan a las nuevas necesidades de los clientes.
Sin embargo, que haya que asumir riesgos, no significa que ello implica lanzarse a la piscina sin ningún tipo de seguridad. Para controlar el riesgo e implementar estrategias más efectivas, la medida más útil es la auditoría interna, ya que ofrece las herramientas necesarias para controlar y asegurar los riesgos, afianzando la consecución de objetivos estratégicos para la empresa.
Controlar el riesgo de mi empresa: Hacia tu próximo objetivo estratégico sin riesgo
La Auditoría Interna, que también se denomina control Control Interno de una empresa, es una actividad gracias a la cual se puede realizar un seguimiento completo e integral de la gestión de un negocio. Su finalidad es preventiva y, por lo tanto, se utiliza antes de implementar cualquier estrategia para identificar puntos débiles, que podrían desviar del objetivo final, a fin de poner los medios necesarios para reducir su impacto. Los controles internos de la empresa también favorecen el logro de los objetivos en los tiempos marcados.
Una auditoría interna aporta también seguridad a los activos de la empresa, al reducir el riesgo que se asumen cuando la entidad realiza un inversión.
La auditoría interna se puede realizar desde un departamento propio de la empresa, siempre que esta tenga el tamaño suficiente como para contar con personal especializado; sin embargo, también se puede recurrir a una agencia externa especializada en la realización de auditorias externas para entidades.
Auditoría interna: valor añadido de una entidad
La auditoría interna es una actividad de control de la actividad empresarial que se utiliza de forma preventiva para reducir el riesgo antes de iniciar un nuevo proyecto y, por lo tanto es la mejor forma de conseguir los objetivos marcados para el crecimiento empresarial, reduciendo el riesgo de desviaciones y avanzando hacia logros concretos en los tiempos marcados.
Pero, además, la realización de auditorías internas debe considerarse como una herramienta que aporta un valor añadido a las empresas que las realizan de forma regular. Las empresas que se someten a auditorías internas son entidades que buscan de forma activa la transparencia en todas sus transacciones y, por lo tanto, son empresas que se comprometen a trabajar de forma clara. Esta proyección no solo se refleja en las transacciones internas de organización de la empresa, sino también en su relación con otras entidades y con sus clientes.
El funcionamiento continuo de la empresa pasa por asumir riesgos, cada riesgo es una inversión de tiempo, dinero y recursos, pero realizar una inversión con garantías de alcanzar objetivos es mucho más atractivo para cualquier modelo de negocio, de ahí que sea tan importante conocer todo lo que el control interno empresarial puede suponer para que la empresa alcance sus objetivos estratégicos.
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