Soy fan del trabajo online, la forma en que desarrollo mi actividad laboral y la posibilidad de poder desarrollarla desde casa me parecen la solución más práctica y la que me ofrece más facilidades para vivir la vida que quiero, y para disfrutar al máximo de mi trabajo, de mi tiempo libre y, sobre todo, de mi familia.
Hace ya muchos años que comencé a teletrabajar, al principio con miedo y con incertidumbres; sin embargo, poco a poco encuentro en esta forma de trabajo remoto la mejor alternativa y la que tiene más capacidad de adaptación ante cualquier adversidad, como se demostró en 2020, cuando una emergencia sanitaria nos dejó encerrados en casa varios meses y el teletrabajo se convirtió en la forma prioritaria de trabajo.
Soy fan del teletrabajo, pero siempre he dicho que el trabajo desde casa no es tan fácil como puede parecer, que no se trata de tener una oficina coqueta en un rincón de casa y que quede muy bien en las fotos de Instagram, que no va de estar en pijama tomando cafés con nombres raros, que no todo son videoconferencias y escribir estados en las redes sociales… ¡Qué hay que trabajar! Y el trabajo online es, al final, una carrera de fondo en la que la soledad es tu compañero de oficina más frecuente, en la que la desmotivación y las ganas de dejarlo todo pueden aparecer en cualquier momento… ¡Una auténtica prueba de fuerza de voluntad! Sí, de fuerza de voluntad:
- Para madrugar para concluir y enviar los proyectos
- Para dejar de lado esa serie que tanto engancha y usar el PC para desarrollar ese proyecto tan aburrido
- Para despedirse de los amigos en esa divertida charla virtual porque hay una reunión con el jefe o con un cliente pesadísimo en 10 minutos.
- ¡Y un largo ecétera de actividades divertidas que hay que dejar aparcadas porque el teletrabajo nos reclama!
Y a pesar de todo, a pesar de los días poco productivos, de la dificultad para desconectar al final de día, del escaso reconocimiento y de la invisibilización de la conciliación, reconozco que soy una fan del trabajo online. ¿Por qué? El porqué lo tengo claro porque no puedo dar solo una razón por la que no cambiaría mi trabajo: podría encontrar cientos de razones por las que me gusta trabajar en casa. Aquí van quince.
Soy fan del trabajo online porque…
- Tardo menos de un minuto en llegar a mi puesto de trabajo. Sin atascos, sin transporte público, sin tener que soportar el agobio de cruzarme con cientos de personas que, estresadas, acuden a sus puestos de trabajo.
- No tengo que madrugar para llegar al trabajo a tiempo; es más, puedo permitirme desayunar tranquila, lo cual considero una de las ventajas más infavaloradas del teletrabajo.
- Si me mancho con café o tengo cualquier imprevisto, no tengo que esperar a que termine la jornada para cambiarme, ni tengo que hacer carambolas para tener una imagen impecable en todo momento. Reconozco que me gusta mantener una imagen profesional aun cuando estoy en casa; sin embargo, el teletrabajo ofrece la ventaja de combinar imagen profesional con comodidad.
- Combino las ventajas de trabajar para empresas de grandes ciudades con la tranquilidad de vivir en un pequeño pueblo… ¡Y con el ahorro que ello supone!
- El snack de media mañana y el almuerzo los preparo al momento y con lo que hay en mi nevera; reconozco que mis almuerzos son más sanos y nutritivos que cuando trabajaba fuera de casa, que usaba con frecuencia las máquinas expendedoras…
- Puedo desarrollar proyectos para grandes empresas internacionales sin tener que viajar o desplazarme a ningún país, pero también uedo trabajar desde mi casa, pero también desde otro lugar (solo necesito conexión a Internet y un PC). Aunque reconozco que esta es una ventaja más propia de antes de “la nueva normalidad”, de momento prefiero quedarme en casa y teletrabajar desde mi hogar.
- Siempre sé que bolígrafos, papel, la grapadora, las tijeras y otro material de escritorio están donde los dejé; y dónde tengo cuando se acaban… ¡O al menos la mayoría de las veces!
- No comparto el aseo con nadie que no sea de mi familia, y soy yo quien realiza las tareas de limpieza de las zonas comunes del hogar; por lo tanto, puedo estar tranquila sobre su estado.
- Cuando compro algo por Internet, estoy cuando me lo traen a casa.
- Desarrollo proyectos de trabajo mientras veo cómo mis hijas crecen y aprenden sobre el mundo; mientras están cerca de mí jugando o, simplemente, cada vez que me buscan.
- Durante el 2020 el trabajo online se ha revelado como una necesidad, y muchos trabajadores han tenido que adaptarse al cambio; sin embargo yo ya tenía la parte más difícil del camino hecha y, por lo tanto, no ha supuesto ningún cambio, y mucho menos ha habido sorpresas.
- No me preocupa que al terminar mi jornada este lloviendo. ¡No necesito paraguas para llegar a casa! Tampoco me preocupa si al terminar ha refrescado. ¡Tengo el armario con rebecas y chaquetas muy cerca!
- El teletrabajo está destinado a ser la opción preferente en las próximas temporadas y espero que ello suponga nuevos proyectos y nuevas oportunidades de desarrollo profesional y personal.
Es verdad que también podría enumerar algunas cosas algo menos agradables del teletrbajo, pero en mi balanza de pros y contras, pesan mucho más las cosas buenas que esta forma de trabajar me aporta, por ello, soy fan del teletrabajo.
[…] soy fan del teletrabajo, reconozco que hay cosas que echo de menos de aquellos días en en los que trabajaban en una […]
¡De acuerdo con todos esos puntos! Ya va a hacer un año que trabajo desde casa y la verdad es que no se me ocurre ni un solo pro de trabajar en oficina.
Buenooo estos días que estuvo un mes sin parar de llover, agradecí a Dios el estar consiguiendo clientes y trabajar desde casa! Pero…. un pero, bueno dos,… eso de que los bolígrafos y grapadoras y rotuladores queden donde los dejé ejem… si tienes hijos (yo todavía tengo el mas chico que ya tiene 19 años
“mamaaaaa donde hay un boli!!!!!,
-Tengo en mi escritorio, pero es un ida y vuelta por favor, que luego cuando debo tomar notas no los tengo
– seeeeeeeeeeeee
Al otro día….
– plim plim plim plim (sonido del móvil)
– Hola, buenos días!
– Qué tal Perla mira, soy Delia, pásame un presupuesto para un newsletter….que tenga estos puntos, toma nota…
omg…. 0.0
-Perla buscando el boli… buscando el boli… buscando el boli… buscando el boli…
Pero que sí, es súper cómodo, lo que sí añoro un espacio aparte, porque lo tenía en el dormitorio de mi hijo cuando estuvo estos últimos 8 meses trabajando fuera, pero ahora al volver al nido, yo también retorno al salón pegado a la terraza con vistas al mar, pero siento que el resto de cosas me invade. Los gatos, la tele, la xbox, las sillas movidas de lugar, el sofá con el cobertor descolocado…. y me pone de los nervios…
En fin…ah! y puedo poner un horario para mi y hacer footing (normalmente lo hago por la tarde) y me ayuda a desconectar y mejorar mi productividad.
Un saludo!!
Ains Perla… Ahora que soy del club de las mamás, creo que los cambios no tardarán en llegar. De momento,he tenido que trasladarme al salón para tener controlada a la peque, por suerte aun es demasiado peque para pintar, pero el tema bolis y demás también tiene los días contados, me temo.
En fin: lo ganamos en otras cosas 😉
Saludos
Huy huy si todavía no empezó a caminar, todavía es controlable, cuando comience, va a ser todo un terremoto en tu vida, pero también facilita para muchas otras cosas que la peque empiece a caminar por si solita. Te felicito por ser mamá emprendedora! ❤