En mis comienzos altrabajar desde casa, sabía que lograr los primeros clientes en poco tiempo era un objetivo importante para el éxito de mi negocio. Lo cierto es que tenía la tranquilidad de contar con un par de buenos clientes, pero sabía que, para avanzar, necesitaba más proyectos; así que rápidamente empecé a buscar en portales de empleo y motores de búsqueda para encontrar oportunidades de trabajo en remoto. Mi experiencia en estos primeros pasos ha dado para muchos artículos en este blog y, puedo decir, que hubo muchos errores que me gustaría no haber cometido.
Esto hice mal para lograr los primeros clientes
No crear una marca personal
Cuando empecé a trabajar en casa tenía claro que mi objetivo era conseguir los primeros clientes rápido para dar cierta estabilidad a mi situación laboral como trabajadora por cuenta propia, así que pasé directamente a la acción: redacción de email y envío a todo potencial cliente que se cruzaba por mi camino.
Sin embargo, creo que me hubiera ahorrado mucho tiempo si antes de empezar hubiera creado una marca personal (con un blog o mediante redes sociales).
No crear una exhaustiva tabla de tarifas
Como trabajadora por cuenta propia tenía unas tarifas estándar con referencia a lo que conocía y en las que tenía en cuenta mi situación. Pero lo cierto es que eran tarifas que se referían a servicios básicos y que no tenían en cuenta lo específicos que pueden ser algunos clientes, las modificaciones de servicios que se pueden hacer o los cambios que surgen a medida que el proyecto avanza.
Es algo que fui aprendiendo a base de regalar horas para hacer cambios o modificaciones.
No fue mi error, pero quiero hacer un apunte: En ocasiones, los primeros proyectos que un freelance acepta, los hace con tarifa fijada por el cliente, tener precios y tarifas ayuda a crear un perfil de profesional competente, pero además, es la forma de conseguir respeto como profesional y hacia el sector. Muchas empresas conocen bien las tarifas del sector, pero aprovechan la necesidad de los novatos para conseguir precios realmente bajos.
No llevar un registro de empresas con las que había contactado
Encontrar listas de empresas, directorios o otros lugares que incluyen datos de contacto acaba siendo una tarea muy sencilla para quien busca, tanto que llega un momento en el que ya no se sabe a quién se ha escrito y a quien no.
Utilizar la memoria fue mi error.
En ocasiones escribí dos veces o tres veces a la misma empresa y en otras me temo que, un logo o un nombre similar, hicieron que perdiera oportunidades.
Un pequeño registro es muy fácil de elaborar, y si se incluye fecha de envío y respuesta del personal de la empresa, se puede utilizar después de un tiempo para volver a enviar referencias.
Al final es cierto que de todo se aprende, especialmente de los errores, y con el tiempo convertí las carencias iniciales en parte de mi estrategia, pero hubiera ahorrado mucho tiempo y mucho esfuerzo si las hubiera tenido en cuenta desde el inicio del proceso para lograr mis primeros clientes.