No siempre soy conscientes de que tengo estrés al trabajar en casa en el momento en el que aparece, en muchas ocasiones me sorprendo estresada después de terminar de trabajar, mientras cocino o estoy de compras, por ejemplo.
En otras sí que me doy cuenta porque mi capacidad de concentración se reduce, porque me encuentro alterada y nerviosa, hiperactiva, o porque me cuesta seguir mis pautas de trabajo y empiezo a trabajar de forma desorganizada.
Estrés al trabajar en casa: cómo gestionarlo

Después de las restricciones por la pandenmia, poco a poco los trabajandoress vuelven a sus puestos de trabajo en oficinas; sin embargo en teletrabajo en España ha llegado para quedarse y son muchas las empresas y empleados que cuentan con soluciones híbridas que, en definitiva, no tienen tnato en cuenta el lugar desde el que se trabajo, como que el tiempo de trabajo sea productivo.
Si hay algo que muchos descubrieron durante el tiempo de teletrabajo por obligación, es que es frecuente sufrir estrés al trabajar en casa. De hecho, incluso los veteranos en el trabajo en remoto, como yo, hemos tenido algunos momentos complicados debidos al encierro, después de todo yo considero que parte del éxito de mi trabajo era una rutina que incluía actividad deportiva y salir de casa varias veces al día, así como los fines de semana.
Así que creo que no está de más compartir algunos de mis trucos básicos para gestionar el estrés al trabajar en casa con éxito.
Lo que hago en estos casos es…
Una breve pausa
Si noto que empiezo a estresarme lo primero que hago es parar un minuto y respirar para recuperar la calma necesaria para seguir trabajando. Si lo necesito, me regalo una pequeña pausa para una infusión o un café, o aburro a alguna de mis pacientes amigas con un comentario por WhatsApp esperando un comentario de vuelta que me dé animos o me saque una sonrisa que, de paso, me saque también de la situación de estrés.
En ocasiones también aprovecho para hablar con mi madre y desconectar un momentito.
Cambiar de actividad
Leo mucho en contra de la procrastinación; sin embargo yo la considero muy beneficiosa en situaciones de estrés al trabajar en casa por un proyecto. Por ejemplo, cuando estoy estresada por un trabajo que se complica, concentrarme en otra actividad que me apetezca más me ayuda a reestablecer los objetivos y, además, a sentir que estoy avanzando, quizás no avance exactamente como me lo había planteado al iniciar la jornada, pero siento que sigo avanzando y que estoy haciendo cosas después de todo.
Un paseo
Hace tiempo que aprendí que estar sentada en la mesa de trabajo y delante del ordenador no quiere decir estar trabajando, si bueno, el intento lo hago, pero cuando estoy estresada puede que sencillamente esté intentando avanzar sin conseguirlo. Lo mejor para reducir el estrés y la frustración por sentir que pierdo el tiempo para nada, es salir de casa a dar una vuelta, a buen ritmo,para librarse del estrés… ¡cómo lo eché de menos duratne el confinameinto! Así que ahora que puedo, lo utilizo como uno de mis trucos más efectivos.
Lo que también hago, y no debería hacer
Teniendo en cuenta esto, parece que tengo el estrés en el trabajo en casa bajo control, ¿No? Y bueno, las situaciones descritas hasta ese momento son el protocolo anti-estrés, pero no siempre son los pasos que sigo porque en algunas ocasiones el estrés me produce ansiedad y hace que la solución más rápida sea recurrir a la caja de las galletas.
Un poco de estrés puede ser bueno en algunas ocasiones; sin embargo, lo mejor es tenerlo siempre bajo control y conocer los propios límites; por ello, hay que conocer formas de gestionarlo para convertirlo en una herramienta que ayude a la productividad, y no como un enemigo que hace que seamos incapaces de avanzar y de ser eficientes.