
Soy redactora y trabajo desde hace años; así que sé que contactar directamente con las empresas para presentarme es una técnica que siempre me ha funcionado bien para encontrar nuevos clientes.
A medida que mi experiencia aumentaba, también lo hacía el portfolio de proyectos que podría presentar a los nuevos clientes; sin embargo, hubo un momento en el que tuve que buscar trabajo como redactora de contenidos sin portfolio. ¿Cómo lo hice para lograr salvar ese inconveniente?
Desde el principio tuve claro que, salir a picar puerta era necesario para que los clientes me conocieran, pero no valía solo con presentarme, sino que tenía que encontrar una estrategia era esencial para conseguir mi objetivo: ser redactora con trabajo continuo sin portfolio.
Empecé por revisar todo el proceso, que iba desde que descubría una empresa que podía convertirse en un potencial cliente hasta que se convertía en tal, o no. Para ello analizaba cada situación para detectar errores y realizar mejoras. El esfuerzo valió la pena, porque el porcentaje de respuesta positiva iba en aumento.
Pero entonces apareció un problema que no esperaba: las empresas solicitan un portfolio de proyectos; o sea, ejemplos de trabajo publicados. De ahí que durante mucho tiempo pensara que ser redactora con trabajo estable era más fácil con un blog propio y que quienes podían incluir en su perfil profesional gestionar un blog propio tenían una ventaja desde el primer trabajo. Tardé tiempo en descubrir la verdad.
Redactora con trabajo y proyectos continuos sin tener porfolio
Pero comencemos por el principio. Y antes de hablar de lo ajeno y de las ventajas de buscar trabajo como redactora de contenidos con un blog propio que yo imaginaba que existían, sería justo exponer las principales dificultades con las que yo me encontraba cuando una empresa se interesaba por mi perfil y solicitaba ejemplos de trabajos.
Mi experiencia como redactora con trabajo y sin blog (y las dificultades)
¿Dónde encontrar esos proyectos que las empresas solicitaban si no era en un blog propio? Después de embarcarme en la aventura de buscar trabajo de redactor y de comenzar a contactar con empresas, ahora que las oportunidades se me presentaban, tenía un problema porque había ignorado las ventajas de tener un blog para buscar trabajos de redactor.
Por suerte, ahí estaban los proyectos que habían despertado el gusanillo de la redacción de contenidos, un encargo relacionado con mi trabajo habitual y con la redacción. En realidad no eran textos míos al 100%, sino traducciones de posts en los que me habían solicitado mucha creatividad para adaptarlos a público hispanohablante y al SEO de este mercado; es decir, un trabajo de traducción y localización que tan de moda están ahora. Era lo único que tenía, así que, si solicitaban portfolio de proyectos o algún ejemplo, enviaba estos enlaces con una nota aclaratoria. No tardo en llegar una primera oportunidad de trabajo.
Ahora tenía un primer proyecto de redacción, y también en enlaces a contenido que estaba redactado por mí y que podría incluir cuando me solicitaban portfolio de trabajos. Lo más difícil estaba hecho. O eso pensaba yo, porque se me había escapado un detalle: para mí todas las empresas son clientes, pero entre ellas son competencia.
¿Qué quiere decir esto a la hora de buscar nuevos proyectos una vez que se tienen los primeros?
Que tener contenido publicado en un blog de empresa es un ejemplo de valor para mostrar a otras empresas el estilo, la profesionalidad, los conocimientos de SEO y los conocimientos de los sectores de los que hablaba, pero también invitaba a pensar que utilizaba mis conocimientos para la competencia.
A partir de aquí, mi esfuerzo se centró en resolver este contratiempo. La mejor opción: la sinceridad y, como eso no siempre es suficiente, un acuerdo de confidencialidad suele despejar cualquier duda. De hecho, yo recomiendo que exista un acuerdo firmado, como ya dije en Ser freelance en casa y que te paguen: ¿Misión imposible?, dejarlo todo por escrito es la mejor forma de evitar problemas, y este es otro buen ejemplo.
La verdad sobre buscar trabajo como redactor de contenidos con un blog propio
Ahí estaba yo caminando con pies de plomo y fantaseando con las ventajas de buscar trabajo como redactor de contenidos con un blog propio que suponía que me estaba perdiendo:
- No tener que dar explicaciones sobre con qué empresas trabajaba o con cuales no, ni sentir que estaba pidiendo perdón cada vez que una nueva empresa se interesaba por mí y les confesaba que ya trabajaba con la competencia. Así que evitaría todo el
absurdomiedo a las filtraciones. - Presentar textos redactados tal y como yo quería, contenido redactado con mi estilo personal y según mis preferencias. Siempre que se trabaja para una empresa, hay que adaptarse a directrices y estilo, sobre todo, si el cargo de bloguero se “hereda”. Además, aun está muy extendida la idea de que lo mejor es publicar mucho, muchísimo, así que se tiende a apostar por la cantidad, y no por la calidad.
- Presentar las mejores entradas o los más adecuados según el perfil de la empresa, todos ellos con mi nombre visible. Ya que por cosas de la confidencialidad, o por esconder cambios de redactor, muchas empresas prefieren no incluir el nombre de quien escribe.
Es decir, que, en mi opinión, quien tenía un blog lo tenía facilísimo para hacerse con los todos proyectos, y yo era la pringada que siempre tenía que estar dando todo tipo de excusas… (Si tiene un blog, imagino que te estás partiendo de la risa en este momento).
La verdad sobre usar tu blog como muestra de tu trabajo como redactor
Entonces un buen día, un bloguero que leía con frecuencia hizo un anuncio en su blog: dejaba de escribir para los redactores para empezar a escribir para las empresas. Recuerdo que mi primer pensamiento fue: ¿Pero, cómo: qué no lo tiene fácil con un blog? Dicho y hecho, el destinatario cambió y así echó de su blog a los redactores “rémora” que hasta ese momento habíamos estado aprovechándonos de sus contenidos. Desconozco qué fue de él y de su estrategia…
Más adelante me encontré con un post el que otro bloguero confesaba que sus estrategias hasta ese momento le habían reportado pocos ingresos y ninguna oportunidad de redacción más allá de algo de linkbuilding y unas notas de prensa que al final habían sido más perjudiciales que beneficiosas para su blog. Y volví a pensar: ¿Pero, cómo: qué las empresas no van en pos de los redactores con blog y les hacen propuestas para redactar sus blogs directamente? Pronto el blog dejó de tener contenido nuevo, supongo que porque el redactor no encontró como aprovechar su blog para trabajar como redactor…
Ambas lecturas hicieron que empezara a ver la búsqueda de trabajo como redactor de contenidos con un blog propio desde otra perspectiva.
Así se encuentra trabajo con un blog propio
Al buscar trabajo como redactor de contenidos con un blog propio hay que pensar que la empresa no solo se lleva a un redactor, se lleva un pack completo:
redactor + comunidad + experto en temas de los que disfruta escribiendo + SEO
¡Ojo! Si se cuidan estos elementos y se sabe hacer una buena presentación profesional señalando las principales ventajas de contratar a un redactor tenga un blog propio, el pack resulta irresistible para cualquier empresa.
No todos los blogueros se plantean desde un principio la redacción para otros como una fuente de ingresos, tampoco es que sea la única. Por ello, hay elementos que se descuidan al principio, pero si la posibilidad de redactar aparece, siempre hay tiempo de mejorar el propio blog y adaptarlo al “gusto” de las empresas.
Y si el blog no se ajusta a lo que las empresas buscan…
Bueno, yo no necesité un blog propio para conseguir proyectos, así que tú tampoco tienes porque desesperarte y creer que todo está perdido: eres un redactor de contenidos, o aspiras a serlo, así que haz uso de tu talento para escribir y convierte tu carta de presentación en el mejor ejemplo del poder de tus palabras.