Cuántas veces he tenido que explicar que, aunque trabajo desde casa, dedico la mayor parte de mi tiempo al trabajo, que la ubicación es un aspecto secundario, que lo principal es el trabajo.
Ahora bien, tampoco voy a decir que soy una autómata capaz de ejecutar proyectos sin descanso y con la concentración al 100%. Tengo mis ratos de esparcimiento y desconexión, y actividades o proyectos que resultan más agradables de realizar y que uso como motivación (o para sentir que no pierdo el tiempo) cuando un proyecto “pesado” se me hace muy pesado… Y, bueno, de vez en cuando también tengo momentos de desconcentración y, como me descuide un poco, el resultado puede ser perder tiempo de trabajo.
Pues sí: hay momentos y días en los que, por mucho que busque, por mucho que me lo proponga y por mucho que lo intente, la concentración para trabajar no aparece por “mi ofi” en todo el día. Pero también hay otros que son peores, en los que aparece, pero a mitad de la jornada decide tomarse el resto del día libre… Vale: ES COMPLETAMENTE CULPA MÍA, que me dejo llevar por distracciones que me hacen perder tiempo de trabajo… ¡Mucho!
¿Qué me hace perder el tiempo de trabajo con más frecuencia?

Lo que me hace perder más tiempo de trabajo y desconcentrarme de mis tareas diarias son todas y cada una de estas cosas:
Comprobar las Redes Sociales
¿Quién puede resistirse a la magnética atracción de las redes sociales y a toda la información que ofrecen? Normalmente, prefiero mantenerme alejada de ellas y, simplemente, ignorar su existencia durante el horario de trabajo, sobre todo, aquellas que se utilizan para fines personales.
Pero hay fechas y temporadas en las que su magnetismo aumenta, por lo general, coincidiendo con algún evento importante o con algún acontecimiento que despierte la curiosidad.
Si es difícil no entrar, aunque sea solo para ver si hay publicaciones nuevas, aun más difícil es salir…
Los trending topic en Twitter
Con la situación tal y cómo está – y no voy a decir más – la verdad es que tengo una especial curiosidad por ver cómo se van desarrollando los acontecimientos… Pero bueno, si no fueran estas, serían otras las noticias y, lo cierto es que me gusta estar informada sobre qué está pasando y cuáles son los temas de los que más se habla.
Y para enterarse rápido ya no hace falta esperar a los noticiarios, las redes sociales y, sobre todo Twitter, son el lugar perfecto para saber qué se cuece por el mundo. Los trending topics son en este sentido, un arma de doble filo, si solo se les echa un vistazo, es fácil estar al día en cuestión de segundos, pero si no son claros o son demasiado escuetos se convierten en la autopista de la pérdida del tiempo.
Mirar el Smartphone
El Smartphone es, para mí, el complemento imprescindible para el trabajo. Desarrollo buena parte del trabajo reduciendo al mínimo el acceso a Internet, para evitar distracciones y pérdidas de tiempo mientras trabajo, pero también aumentaría el tiempo que tardo en recibir comunicaciones y, sobre todo, ofertas y propuestas de nuevos proyectos.
Y es ahí donde el móvil se convierte en mi mejor aliado… ¡y en mi peor enemigo!
Utilizo el Smartphone para recibir notificaciones de correos nuevos y, eventualmente, para responder. Claro que el Smartphone tiene tantas funciones que es difícil, simplemente, ver los correos de trabajo, y punto, no es raro que algo llame mi atención, o la reclame con cierta urgencia…
Esperar la confirmación de un proyecto
Una propuesta de proyecto es siempre una buena noticia, aunque es aun mejor cuando la confirmación del proyecto llega con el primer mensaje, o en poco tiempo una vez enviado el presupuesto… En el caso contrario: ¡La desesperante espera!
Una espera, y una desesperación que lleva a :
- Revisar la bandeja de entrada
- Actualizar cada cinco minutos
- Releer el mensaje inicial para buscar si hay alguna información no proporcionada y que motive la tardanza, o la negativa.
- Controlar la bandeja de SPAM,por si acaso
- Tener el móvil a mano, por si llega en forma de confirmación en forma de llamada
Termine llegando, o no, lo cierto es que las confirmaciones de proyectos son una de las grandes pérdidas de tiempo, sobre todo, para trabajadores por cuenta propia… Si se confirma, bien, y si no, pues el el proyecto se al mismo lugar que el tiempo que se pierde…
Empeñarme en trabajar hasta una hora en concreto, o en concluir un parte de un proyecto
Me gusta marcarme horarios centrados más el tareas y objetivos que en echar horas solo para decir: “Hoy he trabajado 12 horas seguidas“. Claro que la técnica de trabajar por objetivos no es infalible…
Hay jornadas en las que paso más tiempo calculando cómo de rentable ha sido el trabajo desarrollado, o verificando cuándo me queda para terminar que efectivamente trabajando.
Si en lugar de ver cuanto he avanzado y cuánto me queda, me centrara solo en terminar, seguro que serían días mucho más productivos de lo que habitualmente son.
¿Qué hacer para evitar perder el tiempo de trabajo en casa?
No voy a dar la receta milagrosa para convertir el tiempo perdido en tiempo ganado… ¡Eso es imposible! Si la tuviera, no hubiera escrito este post en el que, precisamente, hablo sobre cómo consigo perder el tiempo de trabajo. Además, qué no habría que hacer lo sabemos todos…
Pero si tuviera que proponer alguna medida, serían este protocolo de tres fases:
Limitar el acceso a lo que hace perder el tiempo
Ni más, ni menos. Todo lo que puede convertirse en fuente para perder el tiempo en el trabajo, mejor tenerlo cuánto más alejado, mejor.
2. Aceptar la realidad
No hay dos días iguales y, del mismo modo, que hay jornadas en las que todo trabajador está concentradísimo, hay otras más “dispersas”. Y no solo se trata de perder la concentración, o de levantarse con pocas energías, en ocasiones las distracciones también pueden llevar de forma inesperada, o como consecuencia de varios días de trabajo a ritmo intenso… El cerebro está pidiendo un día libre, que también tiene derecho a descansar.
3. Ser consecuente
Y bueno, como no todos los días se puede trabajar a full, y de vez en cuando hay uno un poco más flojo de energía. Es algo que a casi todos nos pasa. Pues nada, será mejor aceptar que tocará recuperar el tiempo perdido en jornadas sucesivas, aunque sinceramente, a mí estos días así me ocurren con más frecuencia cuando llevo varias jornadas intensas en cuanto a desarrollo de proyectos.
Perder el tiempo es algo que todos hacemos, y es algo que hay que aceptar. Lo que hay que evitar es convertir la pérdida de tiempo en una costumbre.
A mi me gusta mucho trabajo concentrarme, tanto en el trabajo como en los proyectos, siempre me distraigo viendo vídeos en youtube… mmm escribiendo esto creo que me he dado cuenta que lo que me falta es motivación, pero ya me la encontrare XD
Las RRSS son una comedera de tiempo eterna… lo mejor que hago es desconectarme de ellas por un rato, en lo que termino un trabajo.
Afortunadamente aun no llego al extremo de depender del teléfono como voz por cuestiones laborales… pero ya pronto y no creo que me vaya bien XD
Hasta entonces: un enorme abrazo y muy buena vibra!
Bueno todos merecemos un rato de “esparcimiento” (forma fina de decir distracción) de vez en cuando, a veces sirve para desconectar y dar un par de vueltas a una idea, y otras para indicarnos que el cerebro está a otra cosa ese día. A veces nos centramos demasiamo en cumplir horarios muy estrictos y, en realidad, es mejor aprovechar bien los ratos de concentración que estar calentando silla.
Un abrazo y estupendo fin de semana
Creo que ya te lo comenté en alguna otra entrada, pero para estas ocasiones a mí me gusta mucho usar la llamada Técnica Pomodoro, cada 25 minutos de trabajo un rato libre de 5 minutos para los “vicios” digitales. Te vas a seguir dispersando, pero de una manera mucho más controlada y racionada jaja
Un abrazo 🙂
Creo que ya te lo comenté en alguna otra entrada, pero para estas ocasiones a mí me gusta mucho usar la llamada Técnica Pomodoro, cada 25 minutos de trabajo un rato libre de 5 minutos para los “vicios” digitales. Te vas a seguir dispersando, pero de una manera mucho más controlada y racionada jaja
Un abrazo 🙂
Qué verdades!!!! Es terrible, hay días que no son para nada productivos, por suerte otros lo son en exceso!! Es difícil encontrar el equilibrio… pero con voluntad todo se logra!! Abrazo Euge!!
Yo creo que si dejaramos de preocuparnos tanto, el equilibrio se conseguiría solo jeje. Ya sabes, los días que trabajamos poco, por los que parece que podríamos acabar con 7 proyectos sin parpadear 😉
Otro abrazo para ti
Me he reído mucho con tu post de hoy, María, porque me he sentido muy, pero que muy identificada, en particular con la descripción de la “desesperante espera”. A pesar de ello y volviendo la vista al pasado, creo que somos afortunadas. Recuerdo cuando, al inicio de mi vida laboral, permanecía hora tras hora al lado del teléfono fijo (el móvil e internet no eran más que un sueño lejano), esperando esa llamada de confirmación que a veces llegaba y muchas otras no. Y cuando salía a la calle, porque no me quedaba otra, estaba convencida de que todas las llamadas que no había recibido se producían en ese preciso momento. ¡Eso sí que era estrés! Un abrazote.
Hola!! Gracias como siempre por compartir tu experiencia y tus recuerdos.Salir de casa y dejarse el Smarphone es un hábito que me gusta seguir de vez en cuando, lo que no me gusta tanto es que me paso el tiempo imaginando todos los emails que me llegan, todos los proyectos urgentes, todas las confirmaciones. Lo más gracioso es que, en el 99% de las ocasiones, al volver me encuentro con la triste realidad, y ese 1% restante, resultan ser “urgencias” no tan urgentes.
Feliz fin de semana!!