Está claro que todos los trabajadores que trabajan en casa, tienen un espacio de trabajo. Lo que puede pasar es que no todos los freelancers tengan una oficina en la casa. Ya sea porque no es un lugar fijo o porque, al no estar acondicionado como tal, no lo sienten como su zona de trabajo, no son conscientes de cuál es ese espacio.
Teniendo en cuenta que la oficina en casa es una realidad de todo trabajador, y no un “lujo” que solo tienen profesionales de alto nivel, la pregunta que podría surgir ahora es: ¿Hay que invertir en una oficina en la casa para poder trabajar?
Invertir en una oficina en la casa: ¿Es necesario?
La respuesta es algo más complicada que un sí o un no rotundo. Se tienen que tener en cuenta diferentes aspectos que están directamente relacionados con:
- el trabajo y con su desarrollo diario
- La eficiencia y comodidad con la que se quieran pasar las horas que se van a dedicar al trabajo
- Las expectativas a medio y largo plazo
- Cómo podrían afectar las condiciones del espacio de trabajo en casa en el trabajo, y en la salud, a lo largo del tiempo.
Porque ya adelanto que tener una oficina en la casa casa a medida se traduce en:
- ahorro de tiempo y de esfuerzo
- comodidad
- motivación para seguir trabajando.
Pero no quiero que parezca que estoy dando una respuesta, y que parezca que estoy a favor de la inversión en el espacio de trabajo en casa. No es esa mi intención. Así que será mejor que comience por el principio, es decir por considerar de forma particular el trabajo en casa y sus funciones.
Elementos imprescindibles en la oficina en la casa
Imprescindibles, realmente imprescindibles para mí son un PC y conexión a Internet, con esos dos elementos puedo trabajar desde cualquier lugar.
Si pregunto a:
- otros freelancers puede que incluyan otros dispositivos y equipos.
- un teletrabajador, su respuesta podría ser similar a la mía o a la de otros freelancers.
- otras personas que trabajan desde casa, puede que la lista se extienda e incluya herramientas o materiales.
- un profesional con consulta o que recibe clientes, seguro que incluiría una sala de espera o, al menos, una o dos sillas.
Así que el término “imprescindibles” para quien trabaja en casa es muy personal. En cualquier caso estos elementos son los que definen la calidad del trabajo, la eficacia con la que realizará sus funciones y, en ocasiones, son elementos que están relacionados directamente con cómo trabaja día a día, y con cómo trabaja a lo largo de tiempo.
En estos elementos imprescindibles yo creo que merece la pena invertir porque son elementos que ayudan a conseguir que cada proyecto funcione y que aseguran resultados de calidad.
Recursos que no pueden faltar en el espacio de trabajo en casa
Más allá de los imprescindibles, un espacio de trabajo en casa, ya sea creado específicamente, multifuncional o improvisado, también tiene otros elementos que favorecen- o no – que el trabajo desde casa se realice con cierta comodidad.
La presencia de enchufes
Hay que reconocerlo: quien trabaja desde casa depende de dispositivos para comunicarse con las personas con las que trabaja. Teléfono, reuniones virtuales, servicios de chat, mesajería instantánea o email… Es igual, el caso es que estos dispositivos dependen de la electricidad y, al final, tener puntos de conexión cerca se traduce en ahorro de tiempo, y en comodidad.
No hay nada peor que trabajar rodeado de cables que, al final, reducen el movimiento y aumentan la tensión por lo poder moverse y por el miedo a golpear alguno y tampoco es cómodo tener que desplazarse o dejar el dispositivo en cuestión cargando lejos cada vez que se queda sin batería.
La iluminación diurna y nocturna
El tema de la luz es también importante cuando se trabaja varias horas en un mismo espacio. Lo ideal es contar con luz natural, pero no directa, durante el día. Y con iluminación localizada estratégicamente para las horas en las que no hay luz.
Tanto la luz directa del sol, como la luz escasa reducen considerablemente la concentración y la eficacia el trabajo. Cuando la iluminación no es adecuada, al final se convierte en un gasto para resolverlo: puede ser el forma de artículos para resolver el problema de luz… O en forma de medicación y otros para acabar con los dolores de cabeza o de ojos. Eso en el mejor de los casos, porque si la situación se prolonga en el tiempo las consecuencias pueden ser peores.
La ventilación y temperatura ambiental
Contar con un espacio suficientemente aireado favorece la concentración y, una vez más, es un elemento que, aunque no es imprescindible, sí que marca la diferencia a la hora de ponerse a trabajar en serio.
Tener frío o tener calor poco ayudan a concentrarse en el trabajo. Personalmente, llevo especialmente mal el frío, que es muy frecuente cuando se pasan varias horas sentado, como es mi caso. Así que al pensar en un espacio de trabajo es importante tener en cuenta si es una zona fría o con corrientes, o si se acumula el calor en exceso, porque con el tiempo puede que sea necesario invertir en recursos para resolver este problema.
La decoración
Cuando hablo de decoración, me refiero al mobiliario
- una mesa de trabajo
- un asiento
- espacio de almacenaje
Esas son cosas que todo trabajador desde casa usa y, teniendo en cuenta que pasa largas horas al día trabajando y varios días a la semana, no está de más revisar que estos recursos resulten cómodos y adecuados. Por no hablar de su efecto sobre nuestra salud, seamos conscientes de ello, o no.
Además: ¿A quién no le gustaría tener un espacio de trabajo en casa coqueto y motivador? Unos cuadros, algún elemento inspirador y un color de paredes que favorezca la concentración no suenan mal.
En el artículo crear un estudio de trabajo se pueden encontrar algunas interesantes ideas, prácticas e inspiradoras, para crear una zona de trabajo agradable y confortable- Además incluyen algunas sugerencias para conseguir un buen espacio de trabajo en casa con una pequeña inversión económica.
¿Es necesario invertir en el espacio de trabajo en casa?
No puedo dar una respuesta precisa a esta pregunta, cada freelance conoce su trabajo, su espacio y sus limitaciones y tendrá que adaptarse a ellas. Personalmente, creo que la clave está en comenzar por identificar las cosas a mejorar y hacer una lista para priorizar aquellas que son esenciales y en las que realmente es necesario hacer una inversión.
Yo he hecho algunas inversiones, pero también he tenido en cuenta la realidad de mi espacio de trabajo para buscar las mejores soluciones sin tener que invertir para resolver los problemas que influían en el desarrollo de mi trabajo.
En ocasiones la mejor solución no pasa por hacer un gran desembolso económico, sino por encontrar soluciones creativas a problemas concretos. O sea, creatividad, algo que a quienes trabajamos en casa no nos falta, ¿Verdad?
Aunque no trabajo en casa (es un decir, ya nos entendemos, que las faenas domésticas también son trabajo :D), sigo estos posts con bastante interés. Eso sí, esta vez aporto algo porque no me lo puedo callar. Y es que me ha venido a la cabeza, algo que es terrible en la parte trasera de mi PC, una invasión en toda regla, porque los muy bellacos están vivos y se enredan de formas que la geometría euclidiana no puede comprender: ¡Sí! ¡Los cables! Como bien se dice en la entrada, no es solo un desorden estético, sino que además, funcionalmente, pueden ser un problema y una distracción. Siempre se pueden esconder más o menos, pero, con todo… Por mi parte, utilizo tubos rígidos para enrollarlos en su interior y así salga del enchufe a la toma solo la longitud que necesito, si bien siguen mareando la perdiz.
Perdón por la tontada 🙂
De tontada, nada. En el artículo he intentado ser lo más neutral posible y no entrar en exceso en lo personal, por eso el tema de los cables solo lo he mencionado, aunque lo cierto es que tengo una obsesión por ellos a medio camino entre la rabia y el asco: son molestos, peligrosos, antiestéticos y un foco de polvo y pelusas. Es más, quizás la principal razón de la importancia del espacio de trabajo para mí, sea esa: tener a los malditos cables controlados!!
Mi política cuando comento es intentar completar la información, aportar algo de valor o motivar al escritor, por lo tanto entiendo, y espero, que quien lee no siempre escriba un comentario. Gracias por tu aportación.
Un saludo