Ya ha quedado claro cómo de importante es tener un espacio de trabajo propio para destinarlo a las tareas propias de la profesión que vas a realizar desde el hogar, pero a lo mejor tras leerlo, por tu cabeza ha pasado una idea como esta: Estoy trabajando sin oficina en casa y me va bien…
No pasa nada por estar sin oficina, un despacho o un espacio de trabajo concreto, definido y delimitado. No desde el punto de vista del trabajo. Es decir: no tener un lugar concreto en el que trabajar en casa no va a ser impedimento para que cumplas tu sueño de trabajar en casa.
Trabajo en casa sin oficina
Repito que no. No es necesario tener un espacio de trabajo, preparado, acondicionado y a medida de las propias necesidades, es más ni siquiera es necesario tener un espacio… ¿o sí?
Situaciones en las que se puede trabajar sin oficina en casa
Ninguna. Del mismo modo que he indicado que no es necesario tener una oficina, un despacho, un estudio o un rincón, también tengo que aclarar que trabajar desde casa sin un espacio de trabajo es imposible. Repito: ¡Imposible!

¿Por qué es necesario un espacio de trabajo?
Es necesario disponer de un espacio
Porque un espacio hay que ocupar. Lógico, ¿no? Es igual que se hable de trabajar desde un estudio, desde un despacho, desde el salón, desde una habitación, desde el balcón o desde el sofá. Hay un espacio que se va a ocupar durante el tiempo que se trabaje.
Costumbre
Porque por mucho que internet y los dispositivos electrónicos favorezcan la movilidad, al final, la mayoría de los días se acaba ocupando el mismo espacio. Cuando el trabajo desde casa se empieza a plantear como una situación de continuidad, lo habitual es acostumbrarse a trabajar desde un mismo lugar a diario, lugar que, de forma consciente o inconsciente, se convierte en el espacio que asocias con tu trabajo y con la concentración para trabajar.
Almacenaje
Porque de nuevo, por mucho de internet y los dispositivos electrónicos favorezcan la libertad para trabajar con menos materiales y herramientas, hay muchas cosas que se necesita tener a mano, y que se agradece mucho tener cerca. Entre mis imprescindibles incluiría:
- Dos o tres enchufes cerca
- Cargador de PC
- Cargador del Smartphone
- Cable ETHERNET
- Cable HDMI
- Cable USB
- Bolígrafos y marcadores
- Papel
- USB
- Calculadora
- Calendario
- Plaid

Podrían estar en un lugar guardados, y solo acceder a ellos en caso de necesidad, pero muchos de ellos los estoy usando continuamente, y al final, perdería mucho tiempo en búsquedas y desplazamientos trabajando sin oficina.
Porque cuando el trabajo en casa es una actividad diaria, se agradece mucho, muchísimo, tener, como mínimo, una buena silla y una mesa de trabajo adecuada, no solo por comodidad, sino sobre todo, por temas de salud. Y mejor aún si estas se encuentran en un espacio suficiente para moverse con cierta holgura.
Mi experiencia teletrabajando sin oficina
De “mi ofi” ya he hablado, lo mismo que he dicho muchas veces lo mucho que me gusta tener un espacio para dedicar a mi trabajo, pero: ¿Crees que el primer día que trabajé desde casa lo hice ya en un espacio de trabajo diseñado a medida? Pues no.
Es más, incluso ahora no siempre que trabajo lo hago desde la comodidad de “mi ofi”, en ocasiones ni siquiera trabajo desde mi casa, por ejemplo, cuando estoy de vacaciones o de visita familiar, me adapto a las circunstancias y cualquier espacio me sirve para convertirlo en un espacio para trabajar en casa.
Mi experiencia me ha dejado mucho más clara la importancia de tener un espacio para trabajar, tanto por mí, como por el resto de personas con las que convivo:
- Tener un espacio en el que concentrarme y trabajar es mucho más cómodo para todos
- Tengo un lugar en el que guardar mis cosas (y no están por el medio, que es lo que acabaría haciendo con tal de no guardarlas para volver a utilizarlas cada dos por tres, ¡que me conozco!)
- Tengo un lugar que abandonar al terminar la jornada de trabajo.
En cómo separar empleo y hogar al trabajar desde casa (de lunes a viernes) ya hablé de la importancia del espacio de trabajo a la hora de separar el tiempo de trabajo y el tiempo para estar en casa.
Ventajas de tener un espacio de trabajo propio
Por cierto, teniendo un espacio privado también he logrado grandes avances para que mi trabajo se tome en serio.
Una de las cosas más chocantes del trabajo en casa es que tienes que estar mostrando que trabajas continuamente: levantar la vista del trabajo, estirar la espalda o, simplemente, pararte a pensar es considerado por otros como una pausa o el fin del tiempo de trabajo… Desde que tengo un espacio privado, me puedo tomar esos pequeños “lujos” de desconectar cinco minutos sin que alguien interprete que he dejado de trabajar o que ya he terminado.
Pero que tenga un espacio de trabajo en mi casa, no quiere decir que sea el único lugar en el que trabajo, o que no me permita sacar de él las funciones de mi profesión en caso de necesidad o, simplemente, porque me apetezca.
Ventajas y desventajas de trabajar en un espacio fijo
En vista de lo que he expuesto hasta ahora, no es difícil adivinar cuáles son las principales ventajas que tener un espacio de trabajo en casa:
- Mejora la concentración
- Mejora la visión como profesional
- Ahorra tiempo en buscar y encontrar materiales y elementos necesarios para trabajar
- Facilita que haya zonas de almacenaje cercanas
Pero no todo son ventajas, de hecho, en este mismo texto he confesado que, aunque sí tengo un espacio de trabajo y lo uso con frecuencia, no siempre es el lugar desde el que trabajo porque creo que:
- Salir de la zona de confort de vez en cuando favorece la creatividad.
- Trabajar desde casa permite ciertas libertades que se pueden perder si me acostumbro a trabajar únicamente en un espacio concreto, por ejemplo, me gusta trabajar desde la terraza en día soleado.
- Viajar y poder trabajar desde cualquier lugar es una de las ventajas de ser freelance
Así que sí, seas consciente o no de ello, tienes un espacio para trabajar en casa, lo que puede que ocurra es que tu espacio no sea fijo y/o que tu espacio no este preparado para tu trabajo, sobre todo si pretendes que se convierta en algo a largo plazo.
Ahora que ha quedado claro que eso de “No tengo un espacio para trabajar en casa” no es verdad, lo ideal es buscar un equilibrio para lograr tener un espacio fijo, sin que ello implique que el trabajo esté asociado en exclusividad a una espacio concreto. Porque si así fuera, lo que en realidad se estaría perdiendo es una de las ventajas más importantes del trabajo desde casa: la flexibilidad que ofrece trabajar en casa.
Tener un lugar preparado, aunque simplemente sea la mesa de tu habitación, de alguna manera te mete dentro del ambiente de trabajo. Puede que para algunas personas no sea estrictamente necesario, pero sí que ayuda mucho. Y ya no hablemos de abandonar al menos durante una hora las distracciones cotidianas.
¡Un abrazo!
Ayuda a concentrarse, pero también en el momento de dejar de trabajar, al final sin un espacio toda la casa es un buen sitio para trabajar es muy difícil desconectar y dejarlo! Feliz fin de semana!
Estoy de acuerdo contigo, si se va a trabajar desde casa hay que tener un lugar de trabajo, mejor o peor pero que todo el mundo sepa que cuando estás ahí estás trabajando y no se te puede molestar.
Es importante para que se respete el tiempo de trabajo, me ha hecho gracia lo de estirarse o salir a tomar un café, es cierto, si estás en un estudio todo el mundo asimila que estás descansando un rato, pero cuando se trata de personas que trabajan en casa pues en seguida se piensa que terminó jaja…
Son muy útiles todos tus consejos.
Un espacio en casa se ocupa, así que mejor elegirlo con cabeza 😉 Efectivamente, a nada que te ven levantar la vista de la tarea asimilan que es momento de interrupciones, cuando en realidad simplemente estás buscando un error, una palabra o estas revisando algo… ¡Y lo que desconcentra! No pocas veces una situación de esas ha dado al traste con alguna idea o pensamiento.
Muchas gracias por tu aportación. Saludos
A eso me refería:)
Una vez vi a JK Rowling decir que para escribir las últimas escenas del libro final de la saga de Hary Potter se tuvo que ir a un hotel porque no podía concentrarse con las continuas interrupciones de su marido e hijos.. imagínate y estamos hablando de una escritora archiconocida.
Más allá de anécdotas de famosos te cuento que tengo una amiga que es artesana, customizadora de muñecas, vive de su trabajo, le costó horrores que su marido tomara aquel trabajo en serio, recuerdo que fue criticada cuando decidió poner un taller de uso exclusivo en el sótano de su casa, pero con paciencia y resultados hoy en día trabaja cada día seis horas en su taller.
No es fácil, no.