Trabajo como freelance: ¿Grandes empresas o pequeños clientes? [Actualizada]

Debo de estar pasando por un periodo nostálgico porque últimamente me ha dado por pensar mucho en mi primer trabajo coo freelance y, aun más, en mi antigua etapa de trabajo por cuenta ajena. No, no es que eche de menos el pasado o que me haya cansado de trabajar como frelance, sino que en este tiempo estoy reflexionando sobre cuántas cosas que aprendí o que me enseñaron he seguido utilizando cuando me establecí por mi cuenta.

Una de las frases en las que más pienso estos días es:

Las grandes empresas nos salvan el año, pero son los pequeños clientes los que nos salvan todos los meses.

No, no es mía. Es de una de las jefas que recuerdo con más cariño, de los empleos que más disfruté y de la empresa de la que más cosas aprendí.

Los grandes clientes salvan el año, los pequeños, los meses

Recuerdo bien la frase, tan bien como recuerdo el contexto y el motivo por el que lo dijo. Se trataba de una empresa mediana que, por un lado, realizaba cursos para las administraciones y empresas; por otro, daba clases de apoyo y cursos de idiomas para particulares y grupos.

Hablando sobre cuánto pagan las grandes empresas por curso, me sorprendí y comenté que solo con eso la empresa podía funcionar perfectamente; sin embargo, mi jefa me respondió que, era cierto que las grandes empresas eran las que hacían cuadran las cuentas a finales de año, pero que eran los pequeños clientes quienes les ayudaban a superar cada mes.

Y después puntualizó diciendo que:

La facturación de las grandes empresas es alta, pero el pago se realiza de forma anual; en cambio, los pequeños clientes pagan poco, pero pagan puntualmente a primeros de mes, todos los meses.

Y doy fe de que los pequeños clientes pagaban poco, pero que la entrada de dinero era muy regular, ya que en ocasiones era yo la que realizaba la tarea de recepción de pagos, y aun recuerdo bien las colas que se formaban en la entrada el primer día de cada mes.

Así que guardé en un rincón de mi memoria aquel comentario por si algún día me decidía a adentrarme en el mundo del trabajo por cuenta propia, aunque entonces lo veía como algo casi imposible… Bueno, lo que pasó al final, es evidente, no voy a ahondar en ello y tampoco es necesario, si os pica la curiosidad, os recuerdo que en cómo comencé a trabajar en casa está la versión extendida de cómo pasé de trabajar por cuenta ajena a tener la oficina en casa. Pero la gran pregunta es: ¿He aplicado la enseñanza sobre grandes empresas vs. pequeños clientes al ser freelance?

Trabajo como freelance: Grandes empresas vs. pequeños clientes

clientes al ser freelance

Tengo la suerte de realizar trabajo como freelance para grandes clientes y de presumir de haber desarrollado proyectos con empresas cuyo nombre es conocido por cualquiera, tanto a nivel nacional, como a nivel internacional. Es más, a veces, cuando he tenido que mostrar justificantes de ingresos (por ejemplo, para un contrato de alquiler), la lectura de uno de esos nombres de grandes empresas entre mis clientes ha sido el mejor aval.

Pero si soy sincera, la estabilidad me la dan los pequeños clientes. ¿Queréis saber por qué?

Estabilidad en los proyectos de trabajo como freelance

En primer lugar, porque los pequeños clientes son más estables con el envío de proyectos. Sí, puede que se trate de trabajos pequeños, cuyo desarrollo no me lleva muchos días, y tampoco dan grandes alegrías a mis bolsillos, pero la frecuencia con la que los recibo es alta. Son los que hacen posible que pueda mantener una rutina de trabajo diario. Incluso en periodos de baja demanda, los clientes pequeños no suelen fallar.

Las grandes empresas tienen proyectos grandes, pero muchas solo envían una o dos veces al año o, incluso, cuentan con dos o tres profesionales de confianza, por lo que pueden pasar incluso un par de años hasta que vuelves a saber de ellas.

Estabilidad en los pagos

En segundo lugar, las empresas pequeñas son las que me permiten capear los pagos habituales sin tener que recurrir a mi fondo de ahorro. Los proyectos de trabajo freelance con pequeños clientes son pequeños y, por supuesto, también los pagos suelen serlo, pero… ¡Hay que ver lo rápido que pagan los pequeños clientes!

Hay ocasiones que no me dan ni tiempo a preparar la correspondiente factura cuando ya me han avisado de que el pago del proyecto se ha emitido. Y pocos son los clientes pequeño a los que les tengo que enviar recordatorios porque no han abonado facturas. Con las grandes empresas hay plazos más estrictos y, en ocasiones, incluso se vence el plazo sin que yo haya recibido el dinero por un proyecto entregado varios meses atrás.

Contacto más personal

Por último, aunque no menos importante, con cliente pequeño se establece una relación de tú a tú, incluso cuando se trata de una empresa mediana, es frecuente que se establezca una relación de confianza.

Confianza que, por ejemplo, hace que pueda solicitar un anticipo de pago o que adelanten un poco el envío de su próximo proyecto para que no me coincida con otros, o que sean más flexible con el plazo de entrega por un imprevisto.

Confianza que hace también que me hagan envíos urgentes y que me soliciten que les de prioridad dentro de mis posibilidades, o que haga facturas acumulativas por trimestres porque al hacer transferencias tienen que pagar, y así se ahorran este gasto.

Con una gran empresa es muy difícil que exista esta confianza, puede que con la persona de contacto, sí; pero quien envía los proyectos no suele ser la misma que los revisa, ni quien los prepara ni, por supuesto, quien hace los pagos.

Estas tres son buenas razones para salir a “picar puerta” pensando en buscar grandes empresas, pero sobre todo en pequeños clientes del freelance. Pero además de las razones expuestas, a veces los proyectos pequeños y los clientes pequeños son la mejor puerta de acceso a grandes proyectos o  grandes empresas.

Cartera de clientes para trabajar con agencias

Para un novato no siempre es fácil encontrar las primeras oportunidades de trabajo como freelance; sobre todo, cuando se da el salto más allá de la red de conocidos. Contar con una cartera de clientes satisfechos y proyectos concluidos con éxito es la mejor garantía para tener nuevos trabajos y los clientes pequeños son los que proporcionan esas primeras oportunidades.

Con algunos clientes pequeños es más fácil crecer y, dependiendo de los sectores, también pueden ser de utilidad para presentar un perfil de profesional con experiencia a agencias que trabajan como intermediarios con las grandes empresas.

Redes de contactos de trabajo freelance

Y por último, que un cliente sea pequeño no quiere decir que no tenga grandes contactos, profesionales o personales. Hace tiempo que reconocí que, en la actualidad, casi no hago campañas de captación porque son mis propios clientes habituales los que me recomiendan a su red de contactos.

Es de esperar que una empresa pequeña trabaje con otras empresas similares, y en la mayoría de casos un cliente pequeño trae a otros pequeños, pero el mundo empresarial y de los negocios está lleno de sorpresas y, a veces, he descubierto que uno de mis pequeños clientes, en realidad suministra sus productos o servicios a una gran empresa que busca un freelance como yo; es más, a veces, no tiene que ver solo con lo empresarial y, de repente, me he encontrado con que alguno de mis pequeños clientes tiene un amigo o un familiar en altos cargos de una gran empresa y con que están interesados en mi perfil para desarrollar su próximo proyecto.

Tan bueno puede ser tener un gran cliente como tener diez pequeños, e incluso la segunda opción puede ser mejor. Si un cliente grande, de repente falla, supondrá un gran daño; sin embargo, que falle un cliente pequeño, será un problema más fácil de afrontar y las consecuencias serán menores.

Así que, resumiendo: Ojalá nunca me falten grandes empresas con las que colaborar… Pero sobre todo: ¡qué no falte trabajo como freelance de pequeños clientes!

6 comentarios

  1. Por lo que sufre mi esclavo informático, creo que los pequeños clientes salvan el día a día y que cada gota cuenta. Aunque un buen pez gordo nunca está de más.
    Un saludo.

    • Hola:

      ¿Qué hubiera sido de mí si no fuera por esos pequeños clientes que se acuerdan de mí casi todos los meses? que no digo que no esté contenta con las grandes empresas, que son las que llaman la atención en Currículum y de las que se puede presumir (también ante la familia :P), pero sin los pequeños clientes es difícil ir tirando día a día y mes a mes.

      Un saludo

  2. Hola María

    La ley de Pareto aplicada a los clientes, vendría a decir algo parecido a que el 20% de los clientes facturan el 80% y el 80% de los clientes facturan el 20% restante.

    No se puede prescindir de ninguno de ellos porque cada cual cubre unos gastos determinados.

    Un abrazo

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