Trabajar en casa es improvisar, es probar a ver si las cosas van bien… Se acerca el aniversario de mis inicios en el mundo freelance y en estos días estoy algo nostálgica, recuerdo los inicios y, bueno, tiendo a idealizar algunas cosas del trabajo en casa que, en realidad, no fueron tan bonitas como las recuerdo ahora.
Una de esas cosas son mis inicios y, sobre todo las dificultades que tuve por no invertir en equipos para trabajar en casa durante los dos primeros meses.
¿¡Qué empezaste a trabajar desde casa con un equipo viejo y que en cualquier momento podía fallarte!? ¡Culpable! Lo reconozco, uno de esos errores de novata de los que tanto me gusta hablar y con los que ahora me río…
La importancia de invertir en equipos para trabajar en casa de forma profesional

Por si alguien se lo perdió, o por si no lo sabéis, os invito a leer cómo comencé a trabajar en casa para que quede claro que aprendí que se necesita para teletrabajar una vez que empecé “en serio”.
Al principio trabajaba desde la empresa y, si me llevaba algo de trabajo a casa, mi equipo era más que suficiente para esos casos puntuales, que consistían en algún fin de semana en el que había proyectos urgentes o en el que tenía que revisar alguna cosilla.
Un equipo que hacía bastante que había dejado “sus años mozos”, porque ya sabemos que la edad del PC se cuenta más o menos como la de los perros. Para uso en casa y para algún proyecto básico, valía, pero en cuánto empecé a exigirle horas y horas de trabajo y al ritmo de un freelance que empieza, empezó a darme todos los avisos posibles:
- La batería fue la primera en abandonar
- El uso continuo del teclado empezó a traer problemas
- El sobrecalentamiento producía que el equipo se apagara…
Y un largo etc. hasta que un día se apagó y el arreglo costaba casi tanto como un equipo nuevo..
¿Qué es lo principal para teletrabajar?
Vuelvo a referirme al artículo sobre mis inicios en el trabajo desde casa para recordar que, en aquel momento mi situación financiera no pasaba por su mejor momento. La idea de comprar un buen equipo para trabajar era inalcanzable, pero tampoco me apetecía invertir en equipos para trabajar en casa que no cumplieran con las exigencias del trabajo.
Así que, aprovechando todos los recursos disponibles comencé a trabajar sin disponer de un equipo, procurando que ninguno de mis primeros clientes se diera cuenta de mis limitaciones… ¡Qué no eran pocas!
¿Qué se necesitapara teletrabajar? La ubicación no es importante
La biblioteca municipal fue durante los dos primeros meses de andadura mi sede empresarial. Aprovechaba los horarios de mañana, con mucha menos afluencia para desarrollar buena parte de los proyectos en un PC con una pantalla de buenas dimensiones. La verdad es que no recuerdo muchas limitaciones, a excepción del tiempo, ya que el uso del PC estaba limitado a un par de horas.
Los locutorios se convirtieron en otra de mis sedes de trabajo, aunque este es un espacio en el que no me encontraba tan cómoda, así que, su uso era solo en caso de mucha necesidad.
Máxima productividad
Eso sí, aprendí a aprovechar el tiempo de trabajo al máximo.
Como el tiempo corría en mi contra, comprendí que el tiempo es un recurso de gran valor y que es difícil de recuperar cuando se pierde. Además, ir hasta la biblioteca era la excusa perfecta para salir de casa.
¿Qué se necesita para teletrabajar? Una red de confianza
Nunca se me ha dado bien pedir favores, aunque siempre sé con quién puedo contar en caso de necesidad. Sin equipo para trabajar, la biblioteca y otras zonas con equipos de uso público se convirtieron en mi primera opción, pero tenían limitaciones en el tiempo y también limitaciones en horario, y ya se sabe que el trabajo freelance puede llegar a cualquier hora, sobre todo, al principio…
Identificar y aprovechar los recursos disponibles
Identificar y aprovechar los recursos disponibles es una habilidad que todo freelance debería tener y, a pesar de mi reticencia a pedir favores, en aquel periodo tuve que solicitar que me prestaran algún equipo, puntualmente.
Yo tenía claro que necesitaba invertir en equipos para trabajar en casa, por ello, aunque me ofrecieron equipos, preferí utilizar este recurso solo en caso de necesidad y centrarme en la necesidad de disponer de mis propios equipos.
Eso sí, tener que pedir que me prestaran un equipo me ayudó a perder el miedo a contactar con clientes para solicitar lo que se me ha ofrecido o lo que es justo.
¿Qué se necesita para teletrabajar? La tablet como dispositivo de apoyo
Fue por entonces cuando las tablets empezaban a llegar y yo me había hecho con una gracias a mi compañía de teléfono… Puede que no fuera la mejor opción, pero la verdad es que utilicé la tablet para trabajar desde casa.
En realidad, el uso principal que le daba era el contacto con clientes y la recepción y evaluación de proyectos, así como el cálculo de presupuestos. Aunque era también el momento en el que comenzaban a aparecer las Apps, así que me dediqué a descargar y probar aplicaciones de lo más variadas, algunas de ellas muy útiles para realizar tareas básicas del trabajo, otras que tenían muchas limitaciones y algunas que tenían mucho que mejorar.
Ello me sirvió para conocer nuevos recursos para el trabajo y para incluir otros dispositivos electrónicos como parte de mis herramientas para trabajar.
Invertir en equipos para trabajar desde casa
Unos dos meses estuve así. Bueno, en tiempo de trabajo fue algo menos, porque al inicio los proyectos eran menos y el ritmo de trabajo más bajo. Sin embargo este periodo me sirvió para valorar la importancia de tener mis propios equipos y mi propio espacio de trabajo.
Por supuesto, mi primera inversión fue para un completo equipo para trabajar desde mi casa adecuado según mis necesidades y, lo que es más importante, que pudiera aguantar jornadas de trabajo de varias horas. Y justo a tiempo, porque poco tiempo después de hacer esta inversión, el proyecto freelance empezó a crecer.
¿Qué se necesita para teletrabajar? En realidad, y si pienso en mi experiencia, en realidad lo realmente necesario son ganar de empezar un proyecto propio. Para lo demás siempre es posible encontrar soluciones.
Doy fe de que debido a “pequeños” fallos en el equipo, o en la conexión a internet, alguna semana la he pasado también o en la biblioteca o en la cafetería con wifi
Un abrazo 🙂
Las cafeterías con WiFi no están aun en mi lista, aunque siempre me pregunto cómo será trabajar una mañana en una… Debería probar a trabajar desde ahí, veo que es una opción popular e incluso, hay quienes apuntan a que es la mejor alternativa para salir de casa y tener un lugar en el que ser productivos.
Otro abrazo
Desde mi experiencia, una cafetería tranquila es como estar en casa pero además con una taza de café o chocolate al lado. Comprendo que haya gente a la que esto le parezca más bien una distracción por el ruido de fondo o por otras circunstancias, pero mi experiencia personal en estos lugares fue muy positiva; ya me contarás qué tal si algún día te decides a trabajar desde una cafetería 🙂
Reblogueó esto en tomtom_max.
Me he reído mucho con tu artículo y me ha retrotraído a mis primeros tiempos como trabajadora en casa. En tu caso eran la biblioteca municipal, en el mío la Casa del Libro, donde podías verme cada tarde ojeando todo tipo de diccionarios, en particular jurídicos y mecánicos, imposibles de adquirir con mis escasísimos recursos. Muy divertido, María, y real como la vida misma…
El mismo comentario que acabo de enviar a una amiga: “Real como la vida misma”. Una de esas pequeñas anécdotas del trabajo por cuenta propia que no es muy conocida y que, sin embargo, es de lo más común entre novatos. La verdad es que cuando lo recuerdo me sorprendo por la capacidad de inventiva y lo “echá pa’lante” que fui, no sé si podría volverlo a hacer o si tendría tantos recursos: ¡Es fácil acostumbrarse a la buena vida! jeje. Un abrazo