Septiembre estaba cerca, plagado de posibilidades, así que entre búsqueda de empleo, plazos de matriculación y búsqueda de prácticas las que dedicábamos la mayor parte del tiempo libre, también comentamos algunas actividades a las que estábamos dedicando el verano. Entre ellas una que relacionaba experiencia y estudios con la práctica convertida en una actividad “para pasar el rato”.
Pues sí, mantenerse activo mientras se busca un trabajo no solo es formarse y buscar ofertas de empleo, también aprovechar el tiempo en algo que ayuda a desconectar de la presión de buscar trabajo o buscar algo para estudiar y completar formación. Y entonces se me ocurrió lanzar una idea, medio en broma, medio en serio y pensando en que sería una buena forma de mostrar lo que sabía y lo que estaba aprendiendo, y de paso cómo lo aplicaba en la práctica y pregúnté: ¿Por qué no creas un blog en el que hables sobre lo que estás haciendo? La respuesta fue: ¡Cómo voy a crear un blog yo!
Crear un blog para encontrar trabajo
Aun hoy recuerdo ese ¡Cómo voy a crear un blog! que no fue una pregunta, sino más bien una exclamación con negación intrínseca, pero apenas recuerdo las razones que vinieron después y eso tiene solo una explicación: no hubo auténticas razones, más bien excusas. En los días siguientes estuve pensando mucho sobre la reacción a la idea de crear un blog y sobre los motivos que a veces damos para no hacer algo más por el miedo a lo desconocido, que por otra cosa. Entonces otra idea se asentó en mi cabeza: “Y tú: ¿Por qué no tienes un blog sobre trabajar en casa?”
“Haz lo que yo te digo, pero no lo que yo hago“
Podría ser un buen resumen. Porque había dado a otra persona un consejo con la intención de ayudarla, pero ese mismo consejo no me lo estaba aplicando a mí. No me gusta juzgar a otros, mucho menos cuando mi situación es parecida o lo fue en algún momento. Así que a partir de ese punto dejé de pensar en las razones de los demás y he tenido mucho tiempo para buscar mis razones para no crear un blog.
Estas fueron las que pensé en ese mismo momento, las mismas que me había dado en otras ocasiones:
- Tengo demasiado trabajo
- No tengo tiempo para dedicar a un blog
- El tiempo que no trabajo tengo que dedicarlo a buscar nuevos clientes y proyectos
- Ya paso muchas horas delante del ordenador
- Tengo poca idea sobre como crear un blog propio
En resumen: estaba muy “cómoda” con mi organización del trabajo y la creación de un blog implicaría importantes cambios de organización. Cambios que en ese momento me daban mucho miedo porque, después de todo, no hacía demasiado que había conseguido una cierta estabilidad dentro de la inestabilidad del trabajo del freelance.
¿Por qué debería crear un blog yo?
No voy a decir que esta haya sido una historia de conclusión rápida. Desde luego, aquel septiembre no incluí entre mis propósitos de nuevo año la creación de un blog. Tardé bastante en dar ese paso, no porque las razones que me había dado ya no fueran válidas, sino porque en algún rincón de mi cabeza seguía guardada la idea de “Cómo voy a crear un blog yo” asociada a razones que no me convencían del todo.
El resultado lo estás leyendo. Y ahora puedo aportar más información sobre el proceso y analizar las razones también desde el otro punto de vista:
¿Tengo menos trabajo?
Más o menos el mismo. Hay temporadas de alta demanda y otras en las que la demanda de trabajos cae. Mis horarios de trabajo son similares a los de hace algunos años. Es cierto que ahora la organización del tiempo es mejor, en parte por el convencimiento de que necesitaba establecer horarios, en parte porque el blog me ayuda a mantener rutinas.
¿Puedo dedicar más tiempo al blog?
En realidad el tiempo es el mismo. Pero: ¿Cuánto tiempo perdía antes navegando sin rumbo fijo por Internet? ¿Cuánto leyendo sobre el trabajo en casa y el trabajo freelance en blogs de otros? Ahora dedico una parte de ese tiempo a reflexionar sobre mi propio trabajo, algo que, por cierto, me ayuda a tomar decisiones y a analizar situaciones desde un punto de vista más objetivo.
Además, un blog es un escaparate abierto a todo el mundo. Parte del tiempo que antes destinaba a buscar clientes, ahora lo dedico al espacio, así, con una sola acción, el número de personas que reciben la información es mucho mayor.
¿Sabía más sobre creación de bitácoras?
Sobre blogs aprendí a marchas forzadas cuando comencé a trabajar desde casa, a partir de ahí, solo he tenido que actualizar conocimientos. Cosas que no es difícil aprender cuando hay ganas de hacerlo.
En cualquier caso, crear un blog básico no tiene ninguna dificultad, publicar una entrada, tampoco es que sea complicado. Y el resto de cosas, ya se irán aprendiendo con el tiempo…
Más allá de mis razones, también puedo imaginar que una de las habituales es creer que un blog es un trabajo en sí, sin embargo en Vivir de un blog como comienzo de trabajo en casa, ¿una buena idea? ya expuse lo difícil que es convertir el blog en una fuente de financiación, al menos, a corto y medio plazo.
¿Por qué deberías crear tu propio blog tú?
Entiendo mis razones, porque son mías y porque están asociadas a mis circunstancias, a mi forma de ser, a mi trabajo, pero también entiendo que cada persona es única y tiene las suyas. Sin embargo, sí que podría dar algunas buenas razones para perder el miedo a crear un blog, por supuesto, siempre basándome en mi experiencia.
Abrir un blog para comenzar a trabajar en casa
Quien trabaja desde casa juega siempre con la desventaja de la “invisibilidad” a la que tiene que hacer frente buscando formas para darse a conocer a los clientes. Ya he reconocido que la comunicación directa ha sido mi principal fuente de captación de clientes desde el principio, sin embargo, un blog es una excelente forma de hacerse visible siempre, y no solo mediante envío de emails.
La invisibilidad frente a las empresas se puede resolver, pero ahora también valoro la importancia de estar en contacto con otros profesionales que trabajan desde casa y que pueden servir de ayuda, de inspiración, de motivación… y a los que también se puede ayudar.
Un blog para trabajar por cuenta propia
La misma visibilidad y los mismos contactos que puede encontrar un trabajador desde casa, los puede hacer todo trabajador por cuenta propia. Pero además, si hay algo que me gusta del blog es que, al poner por escrito muchas de las situaciones frecuentes, puedo teorizar y reflexionar sobre ellas para identificar errores y buscar soluciones a problemas.
Escribir también ayuda a tomar decisiones y a marcar objetivos claros para el futuro.
Abrir un blog para trabajar por cuenta ajena
Ser visible, darse a conocer, identificar errores, buscar soluciones y marcar objetivos suena bien para quien trabaja por cuenta propia, pero también para quien busca trabajar por cuenta ajena. El blog puede ser un excelente medio para seguir buscando trabajo o, mejor dicho, para hacer que otros te encuentren.
En un currículo, la información que se incluye es más bien escasa y bastante escueta, un blog puede ser un buen complemento para invitar a las empresas a conocer un poco más al candidato, para mostrar fortalezas e, incluso, para hacer ver intereses.
Tener un trabajo no siempre significa tener el trabajo soñado, y mucho se habla sobre la fuga de talento o la fuga de cerebros a otros países, pero mucho menos del desaprovechamiento del talento. No me voy a explayar mucho en el tema porque daría para otro post y difícilmente sería tan interesante como: ¿Hay escasez de trabajadores con talento? de Erika Martín, pero relacionado el tema del talento y la innovación con la creación de un blog, sí que puedo decir que tener un espacio personal es una excelente forma de demostrar que talento hay, pero lo que también hay es mucha excusa tipo: “porque siempre se haya hecho así”. Así que ahí donde la empresa para la que se trabaja no está interesada en ir más allá, un blog puede ayudar a que otras más innovadoras sí reconozcan el talento.
Un blog, otra forma de buscar trabajo
Tengo una noticia que es a la vez buena y mala: crear un blog no te va a ni hacer rico ni famoso al momento, y lo más seguro es que nunca. Ya está: con esa idea aclarada ya no tienes por qué asociar el blog con obligatoriedad de escribir con mucha frecuencia, con tener el blog mejor diseñado o con tener que invertir mucho tiempo y dinero en él. El proceso de crear un blog para trabajar, o como parte de lo que se llama “marca personal” no tiene por qué asociarse con complejidad o con grandes esfuerzos, tampoco es necesario hacerlo público o buscar la mayor visibilidad, se puede tener como un espacio personal e, incluso, como un espacio con contenido solo accesible para personas o empresas con invitación.
El blog y su contenido no tienen porque entenderse como una fuente de ingresos, ni como el espacio del “postureo”, sino más bien como complemento en el que mostrar lo mejor y más real de uno mismo, también puede ser un lugar en que invertir muchas de esas horas muertas que – reconozcámoslo – todos pasamos online buscando oportunidades.
Veo que tú también formas parte del club “si ganara un euro por minuto que paso navegando en internet, sería ya más rica que la reina de Inglaterra” jajaja
La decisión de abrir un blog, ya sea porque está relacionado con tu propio trabajo o por otros motivos, implica mucha constancia y determinación, yo a veces lo comparo con tener un trabajo alternativo no remunerado, pero si le pones el esfuerzo y las ganas suficientes las satisfacciones son muchas, tu blog es ejemplo de ello además 🙂
¡Un abrazo!
Jajai ese club existiera, seguro que cumpliría los requisitos para entrar en él.
El blog yo lo concibo como un trabajo de voluntariado, de esos que se hacen diciéndose a uno mismo y a otros que tendrá influencia en el CV o en el empleo, aunque como en el fondo sabemos que eso puede que nunca ocurra, por lo menos alegra saber que ayudar a otros.
Un abrazo!!